"JOSELITO" SE REAFIRMA EN LA CUMBRE TRIUNFANDO EN SAN ISIDRO
Otra obra magistral, por temple y naturalidad, a cargo de "Joselito", hoy en Las Ventas, le reafirmó en la cumbre del toreo, en una corrida en la que Pedrito de Portugal, que confirmaba la alternativa, se abrió buen crédito con una notable faena que al final emborronó con la espada.
Otra vez "Joselito". Como se esperaba. Como el día 2, en la corrida goyesca que toreó en solitario, en la que marcó un hito para la historia de Las Ventas y del toreo mismo. "Joselito" reafirmó la superioridad de su toreo, con otra faena apoteósica.
La tarde iba lenta, pesada y sin apenas relieve por la poca "chispa" de los tres primeros toros.
Ni "Joselito" pudo pasar en su primero del proyecto de faena, ni "Finito de Córdoba" resolvió nada en su primero, con el que estuvo tesonero y voluntarioso, como le ocurriría en el quinto aunque más breve, ni Pedrito de Portugal lució más que buenas maneras en el de la confirmación.
Aunque Pedrito de Portugal se perdió la oportunidad de apuntarse a última hora también al carro del triunfo. Una faena plagada de detalles de valor y pinceladas muy artísticas, con la plaza en ambiente por el "suceso" de "Joselito" en el toro anterior. Pero la espada le privó de cortar la oreja.
Fue en el cuarto cuando se vivió el epicentro de la corrida, cuando emergió la maestría, el poderío, la naturalidad, el arte y la grandeza misma que encierra el toreo de "Joselito".
Una obra torera con brillante prólogo de un quite por ceñidas chicuelinas con el toque de una vistosa serpentina como remate. Brindis al ilustre escritor colombiano Gabriel García Márquez, y faena a la altura del Nobel.
El toro era de calidad, pero muy justo de fuerzas. "Joselito" lo entendi├│ de maravilla, desde los primeros muletazos por alto sentado en el estribo, antes de salirse a los medios, donde consum├│ la haza├▒a.
Naturalidad y temple dieron empaque, ritmo y mucha prestancia a la primera serie por la derecha, aun a pesar de que el toro no repetía. Pero no se notó la falta de continuidad. De uno en uno, el trazo de cada muletazo, suave y de mano baja, sencillo y pulcro, larguísimo en el tiempo y en el espacio, resultaba inmenso. El público iba del "ole" al murmullo, y en el remate de pecho, como un resorte, la plaza entera en pie.
La segunda tanda fue por el izquierdo, en el mismo aire y aguantando mucho, ya que al toro le costaba repetir, y en las pausas miraba y se frenaba. Una nueva serie de naturales a pies juntos, a más, ligadísimo el último con el de pecho. Fue la locura.
Una faena corta pero de extraodinario son. Y para amarrar la segunda oreja, más derechazos al ralentí, gustándose una barbaridad. No estaba el toro para mucho más, pero todavía se permitió hacerle unas cositas a media altura, verdadera filigrana torera. La estocada no fue menos. Dos orejas y aclamada vuelta al ruedo. Y al final, a hombros.
Tres toros de Giménez Indarte, uno de "El Pilar", lidiado en primer lugar, y sendos sobreros, de José Luis Marca el cuarto en sustitución de uno de los titulares, y de José Mari Manzanares por uno de "El Pilar". Justos de presencia y de fuerzas. El cuarto tuvo calidad, aunque le faltó fuelle. Los demás, con la excepción del quinto, noblones pero sin contenido.
José Miguel Arroyo "Joselito": dos pinchazos, estocada y dos descabellos (palmas tras un aviso); y estocada (dos orejas).
Juan Serrano "Finito de C├│rdoba": estocada trasera, baja y tendida (silencio); y pinchazo, media y tres descabellos (silencio).
Pedrito de Portugal, que confirmó la alternativa: media estocada caída y un descabello (palmas); y dos pinchazos y media estocada (fuerte ovación tras un aviso).
Lleno de "no hay billetes" en tarde agradable, aunque con rachas de un ligero viento que a ratos molest├│ en el ruedo.
